Como parte del Comando de Hong Kong y la celebración de los 100 años del ministerio de la población China, el General André Cox y la Comisionada Silvia Cox (Presidenta Mundial del Ministerio Femenino) pasaron 6 días significativos en China.

A la invitación del Consejo Cristiano Nacional de China, los líderes Internacionales, apoyados por el Teniente Coronel Ian y Wendy Swan – realizaron reuniones con el Consejo de Cristiano de Shangai , Consejo Cristiano de Beijing y la Administración Estatal para los asuntos religiosos de la República del pueblo de China (SARA)  Cada consejo afirmó aportes históricos y actuales del Ejército de Salvación y roles en el cuerpo de cristo en China, con especial aprecio por sus expresiones prácticas de la fe cristiana dentro de las comunidades.  

Estas reuniones fueron seguidas por una visita oficial al edificio que servía como sede del Territorio del Norte de China del Ejército de Salvación, que el gobierno ha dado al consejo Cristiano de Beijing para los propósitos de adoración.  El General y sus Comandantes hicieron un recorrido por el edificio que ahora está renovado, antes de su inauguración oficial y dedicación mas tarde este año.  Relatos históricos de las reuniones del Ejército de Salvación en este edificio particular hacen que este capítulo de la misión del Ejército de Salvación cobre vida para los visitantes y los representantes locales.

Por invitación del Pastor principal Liu Cuimin de la iglesia de hombres Chong Wen de Beijing, el general predicó mensajes de santidad en dos servicios separados, el cual a cada uno asistieron más de 1.000 personas.  Las personas que asistieron cantaron himnos que los salvacionistas conocían muy bien, incluyendo los residentes de Beijing que viven ahí desde hace mucho tiempo. Mucha gente se reunió para rezar al altar al concluir el servicio.

La importancia de las celebraciones históricas  fue traída a casa por el general cuando él y la comisionada Cox visitaron el último oficial sobreviviente que se ha encargado del continente de China.  Teniente Li Yao Wen, ahora con 97 años de edad, habló apasionadamente sobre su amor por el Ejército de Salvación y orgullosamente mostró al general una foto de él mismo de uniforme completo a su puesta en servicio.  Aquellos que se reunieron, se fueron sabiendo que habían estado en la presencia de un fiel soldado de Jesucristo.